domingo, 22 de marzo de 2009

Genealógico

Para Osvaldo Quintero Praxedes, desde mi otoño.

Soy árbol en otoño. Casi seco.
Fueron cayendo mis hojas, poco a poco.
Me sostiene de pie el fuerte tronco,
pero soy toda yo, mi esqueleto.

Soy como un cactus, áspero, desierto,
que a los pájaros y flores ya no invoco.
El propio viento tiene un tono ronco
cuando pasa por mí y lo interpreto.

Como un árbol de invierno. Fui. Lo era
Verano: sombra. Hoy, sin primavera,
forma el cuerpo la más sombría cruz.

Mañana tú vendrás -¿Ave de paso? -
y al abrirte un brazo y otro abrazo
naceré, hoja a hoja, de tu luz.



Perpétua Flôres