domingo, 21 de septiembre de 2008

UN TIEMPO FESTIVO

Dedicado a Georgina Heinberg

La planta que da la flor y el fruto, es, en gran
parte, resultado de lo oculto, lo que transmite la tierra
a sus raíces; por eso crece y se extiende, mientras
el sol, el rocío, el aire, la lluvia la completan...


Como dice el poeta:"...vive de lo que lleva sepultado".
Así nos acontece, amigos. Por eso es hora de sacar
espinas, hojas secas, yuyos, piedras y sombras de
nuestro corazón, renovarlo para que vigore la Primavera,
con nuevo abono, festiva y perfumada; espantar
a las hormigas y se poblará de cigarras y
de gorriones...


Si no hacemos una fajina, preparando el espacio para
que entre en nosotros todo lo bello que contiene esta
festiva estación, sólo tendremos una imagen superficial,
pasajera, a flor de piel...Si no esperamos la Primavera
convencidos del cambio, del bien que trae, sin que
nosotros cambiemos, ella no será plena, la primera lluvia
y el primer viento la borrarán, en una sola pasada,
como a un perfume barato...


Perpétua Flôres



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