lunes, 27 de octubre de 2008

DE LO ASOMBROSO E INAUDITO


Siete pastillas de jabón,
cal bastante para encalar un pequeño cobertizo
carbón equivalente a un saco de 13 kgs. de coque,
fósforo para 2.200 cerillas,
hierro existente en un clavo de 2,5 cm.,
una cucharada colmada de azufre y
28 gramos de diversos metales distintos del hierro...
súmese 95 por ciento de agua...


Neuronas -células nerviosas- tan pequeñitas y tan activas
que cabrían unas 250 en la cabecita de un alfiler... y sin
embargo impulsan órdenes eléctricas a todo el sistema
nervioso...


Dos hemisferios blandos, simétricos, cada uno parece
la imagen del otro en un espejo, el de la derecha controla
el movimiento y las sensaciones del lado izquierdo y vice
versa. Un hemisferio deja de funcionar cuando el otro está
en actividad, por eso es imposible pensar en dos cosas
al mismo tiempo...


Resumiendo tan espectacular creación divina, el cuerpo
humano, puesto junto a una naturaleza magnánima, mag-
nífica, admirable, nos detenemos un segundo en el sistema
circulatorio, el asombroso recorrido de la sangre desde la
sala de mandos que es el cerebro. Los billones de elemen-
tos desde allí controlan lo que hacemos en una fracción
de segundo efectúan millares de conexiones...


Somos tan increíbles, asombrosos y siquiera tenemos
una idea, sólo nos conocemos superficialmente, a flor
de piel, nuestras vanidades son tan pobres y tontas y
pasan por otras cosas que siquiera tienen valor...


Somos un milagro de Dios.


Robots y clones son caricaturas frente al cuerpo humano
verdadero.


Respiramos en una media general 5oo millones de veces
en el curso de una vida normal.
¿No es maravilloso?


Para que sigamos respirando, hoy a las 18 horas, se
reunieron en San Isidro muchos centenares de perso-
nas, en defensa de la vida de ellas y de otros. No por
el poder, la política, el dinero. Para que sigamos respi-
rando, que es el resumen de la vida, de el milagro a-
sombroso e inaudito que es el cuerpo humano.

(Datos recopilados del libro del mismo título de
Selecciones)

Perpétua Flores

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