SOLIDARIDAD

Recuerdo Porto Alegre, los micros lotados. Las personas que estaban sentadas se ofrecían y eran aceptadas para llevar bolsos y paquetes de señoras que no habían logrado ese "privilegio". Cuando viajan en Buenos Aires, viajes urbanos, resisto con mucho esfuerzo el impulso -estando yo sentada- de ofrecerme para aliviar el peso y la incomodidad de personas que están de pie, aplastadas en los pasillos. Porque estoy segura que no aceptarían y es una pena no ejercer la Solidaridad. En Porto Alegre si la pasajera que lleva sobre sus piernas las pertenencias de otra... si baja antes le entrega sus paquetes y le deja el asiento. Sería tan simple. ¿No? PF