sábado, 31 de marzo de 2012

WWW

Trátase de la W que estaba allí, casi a la orilla de nuestros alfabetos, de una inutilidad suprema, más muda que la H , siquiera como un apoyo logístico emitía un sonido...
La H al menos anuncia la palabra, el ser, en Hombre, el tiempo en Hoy, pero la W , nada.
Brasil ya la había echado de su alfabeto, usándola apenas en palabras extranjeras o símbolos, en calidad de visitante...
De repente surge Internet con todos sus errores incorporados y encontrando la H y todas las demás letras ocupadas, muy ocupadas, la usó para la puerta de entrada, haciéndola necesaria como una llave: sin la W no entrás en ningún sitio.
Sin ellas no te enterás de nada.
Pero, encontrándola tontita y floja, debió usar tres para reforzar. WWW.
La W que es como la M de patas para el aire, vaga a más no poder. Comenzó a tener utilidad, como la guardia informada.
En la puerta de organismos oficiales, sin hacer nada, pero impresiona, es como los ñoquis en algunas reparticiones públicas.
La tecnología las incorporó y ya nadie la mueve de su puesto de honor.
Son una decisión, un hecho, una ley, una clave, un distintivo, un símbolo.
WWW. O mejor, en minúscula www.
Doble ve, doble ve, doble ve. Y punto.

Perpétua Flôres
Entre dos Patrias

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